Una de las cosas que tenemos las mujeres, es que morimos de amor por cualquier cosa....
Ok., yo muero de amor por mi retoño y no es cualquier cosa!!!! Es...o-tro tipo de muerte por amor, jeje!!
Hace unos días chusmeando a uno de mis cyber friends - Si Bruno... sos vos... jaja!! - el cyber boy hablaba de - buenooo, escribíaaa..., es que para mí los blogs hablan! Jajajaaa... - sobre como cambiaron los tiempos y ahora nadie guarda nada, todo es desechable...
La cultura del consumismo - ok, me gusta esa palabra, no se si existe, pero es mi blog y escribo como quiero ;P jijijiii... - hace que los "cachivacheros" (Dícese de las personas, como eu/mua/yo, guardan todo "porsilas", por si las dudas la necesite, o por que se me dá la gana, Je!) seamos una raza en extinción... - Blog Action Day ;) - aunque por suerte, aún me queda la manía de guardar toooddooo....
Es por eso que, por ejemplo, pude compartir lo que mi mamá me escribió. Hay muchas más cosas que han sobrevivido y que estan en unas cajitas que mantengo bajo siete llaves.
Y esta mañana descubrí algo que me hizo ver que las mujeres de esta familia tienen el don de escribir cosas románticas que te hacen caer las medias.... ¡Qué antigüedad! jeje... O cosas salidas del corazón, que te llegan justo cuando lo necesitás... Creo que saltó una generación, lo mío es mas narrativo que otra cosa! JJijijiiii...
Por eso el título de hoy: "Una de amor" Lo que encontré es una carta que nunca se envió. Está escrita en un papel que está amarillento por el paso del tiempo y tiene esta fecha: 02/12/51, y dice así:
Amado:
Escribo para tí esta carta y no la leerás. Son para tí mis quejas y no las oirás nunca porque mi condición de mujer me impide llegar hasta tí y decirte lo que llevo dentro.
¿Por qué debo callar mis sentimientos y beber silenciosamente mis lágrimas día tras días, si con unas cuantas palabras sencillas, salidas del corazón podría conmoverte y hacer que me amaras?
¡Qué mágico privilegio tienen ustedes para hablar, suplicar y muchas veces convencer a la mujer amada! Mientras nosotras tenemos que callar y esperar a que el hombre que amamos venga a nosotras a pedirnos el cariño que ya le hemos entregado.
Y si él nunca nos mira, si nunca llega a comprender nuestro amor, estamos condenadas a guardar nuestro secreto para toda la vida.
Amado, cuánto sufro cuando te miro pasas sin mirarme, cuando sonríes a otras mientras a mí me ignoras. Te amo con ese amor inmenso y verdadero que no espera recompensa, con ese amor sin esperanzas cuya única felicidad es darse sin recibir nada.
¡Qué triste condición la de la mujer que no puede ofrecer su amor con la naturalidad que lo hace el hombre! Y sin embargo, si pudiera hacerlo, si ante la sociedad y ante tí no desmereciera mi dignidad, si me fuera dado suplicarte y ofrecerte mi cariño, no lo haría, porque este cariño mío es mi mejor tesoro y a cambio de él, solamente recibiría cariño, y tal vez, al saber que yo te amo, aún podrías darme solo compasión o amistad y mi amor quedaría humillado, convirtiéndose en un instrumento de tortura para mi alma.
Quizá por eso no he recurrido a las armas femeninas: el coqueteo disimulado y los encuentros casuales. Tengo miedo de que adivines que te quiero y te burles de mi amor. Por eso cuando presiento que vamos a quedar solos huyo de ti poniendo un sutil pretexto. Es que presiento que si llegas a mirar mis ojos, leerás en ellos la ternura infinito que se desborda de mi alma.
Por eso cuando te miro en animada conversación con otra chica me despido precipitadamente, pues tengo temor de que si me miras adivines la rabia incontenible que desencadenan dentro de mí los celos.
Y así vivo mi calvario. Unas veces soñando, otras derramando lágrimas de fuego y otras acallando mi alma para que no deje traslucir las ternezas que la animan.
Si algún día me llegas a amar, todo mi corazón será tuyo.
Si no, mi amor será como los tesoros oculto en el fondo del mar que nadie podrá jamás descubrir.
Aurora.
Mi Tía Aurora, tía abuela, hermana de mi abuelo materno (por eso lo del salto generacional, jeje!) soltera por elección, ya que su amor nunca fue correspondido - es decir, se enamoró y no le dieron bolilla... :( -
Cuenta la historia que su gran amor, que estaba comprometido con otra, nunca se casó y que murió muy joven... Y lo que yo sé, porque lo viví, es la devoción que sentía esta mujer por su amor, que siempre que la acompañaba al cementerio llevaba flores e iba a la tumba y las colocaba en un florero con agua para que duraran más. Era su rutina. Y cada vez que me dejaban acompañarla, veía con que amor limpiaba la fotito de la lápida, le daba un beso, tiraba las flores viejas y colocaba las nuevas.
Lo hizo hasta los últimos meses antes de caer muy enferma y fallecer de cáncer.
Y saben qué? Si eso no es morir de amor, ¿qué es?