Últimamente las cosas no han estado saliendo muy bien que digamos.
Si tengo que poner una fecha del empezose (?) del acabose, sería diciembre del año pasado.
¿Por dónde empiezo? Veamos…
La ayuda económica que recibía de mi Abuela ya no la recibo más. Long story. Así que económicamente estoy en el horno. (Estar al horno es una expresión que se usa para decir que se está mal, muy mal, bah!, mi situación es la que está muy mal).
Si bien cobro una pensión por discapacidad, mi hermana y yo empezamos a buscar trabajo que nos reditúe para seguir comiendo, pagando las cuentas y comprarles a los retoños la ropa y las cosas que necesitan. Y aclaré a los retoños porque hace como 5 años que no me compro (ni mi hermana) una pilcha (ropa). Posta. No me avergüenza decirlo, ojo, las cosas como son. Punto.
Mi hermana no encuentra trabajo a pesar de mandar CV y presentarlos en todas partes. Amén de que yo me contacté con gente amiga y ni eso sirvió. La esperanza es lo último que se pierde, pero no sé hasta qué punto.
Yo preparo alumnos, si, pero preparar alumnos no es negocio si no tenés mínimo a 10 chicos en una habitación enseñándoles cosas distintas como Laura Ingalls en la serie “La familia Ingalls” (Little house on the Prairie). Por razones de espacio NO puedo tener 10 chicos metidos en mi living 8 horas por día (4 a la mañana 4 a la tarde) y convengamos que no se puede dar 10 temas distintos - o 4 ponele - y que los chicos reciban el “apoyo escolar” por el cual los padres están pagando. Hay gente que lo hace y así les va a esos chicos. No me lo contaron, lo sé de primera mano. Aparte para mí eso no es ser honesto. Para mí, OJO. Y si, yo soy así, no me gusta sacarle provecho a la gente y no me vengan que debería hacerlo debido a la situación en que estoy, porque aparte de no gustarme ser “ventajera”, por cuestiones de espacio no puedo hacerlo. Y por más que diga que querer es poder, en este caso, no se puede.
Eso por un lado. Vamos por el otro…
Mi wheelchair/silla de ruedas que tiene casi 7 u 8 años (y bueno che, los años no vienen solos) dijo basta y empezó a caerse de a pedazos, o de a “ruedazos” si quiero especificar por donde empezó a decir basta. Todo, en gran parte, gracias a las veredas hermosas (sarcasmo puro, obvio) que hay en mi ciudad, Trelew, que como dice el tango, aunque me haga mal la quiero. El tema es que las ruedas no se consiguen, hay que pedirlas a Buenos Aires y acá están el doble por más que las pidas a Buenos Aires ya que te cobran el envío (?). Si, otra long story. Hicimos una típica maniobra “argenta”: lo atamo con alambre lo atamo, es decir buscarle la vuelta para suplantar lo original con algo que más o menos sirva. Cosa que se hizo con las ruedas neumáticas que se rompieron, ya que me compraron unas “parecidas” y una de las cámaras vino fallada. Para volver a “arreglarla” la reemplazamos con la que ya estaba antes pero como no es la misma medida me duró un rato el arreglo (6 hs) pero al menos me sirvió para ir a la Asamblea de la Cooperadora y cuando volví, la rueda estaba rota OTRA VEZ. (Asamblea que nadie fue, como siempre, solo los 6 que vamos siempre cuando en esta reunión tendría que haber habido como mínimo 100 padres. Y así estamos…).
Tengo la silla de ruedas nueva que compraron por intermedio de la iglesia (soy mormona) esperando en la ortopedia en Buenos Aires. Como tuvieron que cambiarla porque las medidas eran otras, el reemplazo es más cara y para que la entreguen se tiene que pagar la diferencia. Así que gracias a la donación de dos miembros de la iglesia se pudo juntar esa diferencia para que hagan la transferencia bancaria a la cuenta de la ortopedia y recién ahí mandarían la nueva wheelchair que esperemos esta vez venga con las medidas correctas. (Crucemos los dedos).
Así que como les conté por acá, este finde largo estuve “confinada” a mi cama sin poder moverme porque la silla de ruedas estaba rota.
Y si, el lunes lograron arreglar la rueda pero a las pocas horas se volvió a romper.
Todo mal… Definitivamente todo mal.
De acuerdo a todo esto que conté, he llegado a la conclusión de que - y perdonen mi vocabulario y las palabras que voy a utilizar pero estoy muy chinchuda (enojada, rabiosa, furiosa) - estoy meada y cagada por los dinosauros que volvieron a la vida y por manadas de los paquidermos existentes sobre la tierra y que en estos momentos viven en la Patagonia, más precisamente en Trelew, y que han establecido su hábitat en las inmediaciones de mi hogar dulce hogar.
Estoy bastante calentita (enojada), pero más que nada por la impotencia de no tener los medios necesarios para poder solucionar los problemas que se me presentan. Si Gente, por “medios” me refiero a la plata, el vil metal, el money, la guita.
Con el amor, la caridad, la buena onda y la paciencia no se pagan las deudas, no se come como la gente, no se pueden solucionar problemas como lo de mi ruedas de la silla de rueda y enfrentémoslo, todo tiene un límite.
Pero…, por suerte el sacar las cosas afuera, el contar lo que a uno le pasa y expresar lo que uno siente (como en este caso, con mi “catarsis” blogueril) ayuda bastante a ver que si bien todo anda para la mierda (ups, sorry, un exabrupto 
), tengo salud (como dicen las viejas 
aunque me duela todo pero por las secuelas del accidente que si bien pasó hace 14 años, hay huesos que duelen y bastante), mi Retoñor y mi sobri-retoñito tienen lo que necesitan (comida, ropa, calzado, útiles escolares) y están sanitos; Little Sister me banca y se las banca solita, el autor de mis días nos ayuda y acompaña tratando de solucionar las cosas (las mías más que nada), y sobre todo que hay gente solidaria que ayuda desinteresadamente aún sin tener un lazo de amistad, sino que simplemente somos conocidos.
Mi Santa Madre en ocasiones como las que estoy pasando decía algo medio “grosero” por así decirlo (y eso que ella no decía malas palabras 
) y que trataré de suavizar. Ella decía que…
“… de algún traste va a salir sangre…”
¡Ajajajaa! 
Sorry pero era gracioso cuando ella lo decía.
¡Y es verdad! O al menos eso es lo que pienso yo también , de algún lado va a llegar ayuda.
Antes del accidente cuando mi Mamá vivía pasamos muchas veces situaciones límites con el tema dinero, pero siempre los 6 (mis hermanos, mis padres y yo) salíamos adelante. Nos costaba, no era fácil, pero siempre después de la tormenta salía el sol.
Ahora no está mi mamá y mis hermanos tienen sus propias familias, así que solo queda Little Sister, el autor de mis días, nuestros retoños y yo.
La tormenta está durando demasiado para mi gusto y el sol no termina de aparecer de una buena vez, pero dicen que lo que no te mata te fortalece, y que mañana será otro día.
Todo mal… Si. Pero nada es para siempre, al menos las cosas sobre esta tierra.
Así que después de mi catarsis blogueril y mental, solo resta esperar porque mañana… mañana será otro día.
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) y nunca nos habían dejado la basura colgada como estos 15 días. Aparte le dije que ya no tenía lugar en mi patio para seguir acumulando basura, que el olor era importante y que tampoco tenía a nadie para que viniera y se llevara la basura al basurero municipal. 
) por el hecho de que vinieran dos veces seguidas en la semana y que estuvieran prometiéndome un canasto de la basura. Si, soy muy desconfiada, je 
).
Si, es un celular prestado y no le agarro la mano todavía. Bah, la verdaT es que como no es mío, es por eso es que no le agarro la mano, juas. 
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