Abierto solo para dejar el reportereso.

 

Hoy tuve mi cita con el Doctor House.

 

 

Ajajaja!

 

En serio!  Nah! Pero casi… Barba de varios días, no de descuidado, barbita digamos, sesentón, corte de pelo parecido, inteligente, perspicaz, ojos color café, pero si hubieran sido azules, medio que podría haberle dicho:

¡Estáaaas iguaaaal!

 

Ok, paso al reportereso: tengo que hacerme hasta el ADN, ¡ajaja!, bueno, es para que se den cuenta que me pidieron de todo. Análisis (de todo tipo y color, van a necesitar 1 litro de sangre ¿?¿? ¡Jajá!), radiografías, ecografías (no, no estoy embarazada, che!). Tengo la tensión arterial al límite (13/10, alta la baja, cosa rara, pero no en mí, aja jajá!), así que me recomendó evitar la sal en mis comidas y en todo aquello que la tenga escondida (embutidos, conservas, bah, ¡todo! Buah!). Comida de enfermo.

Una de las cosas que pareciera que me pasó se denomina evisceración, y es una de las consecuencia del ano contra natura. Aunque lo mío fue leve. Él también piensa que se ha formado una hernia, pero hasta que no vea los estudios, no me va a confirmar nada.

Una de las cosas que estuvimos hablando es que si las cosas se presentan como él piensa, va a tener que pedir una junta médica, y es más que seguro que todos van a coincidir y aconsejar que me someta a varias cirugías reconstructivas.

Cuando me dijo lo de las cirugías, le comenté que las he estado evitando por casi 8 años, que después de haber estado casi 3 años en el Fernández con 21 cirugías en mi haber – la última en el 2002 -, medio no, estaba CANSADA de internaciones y hospitales, pero que inevitablemente, algún día tendría que hacerlas.

Así que hasta que no tengamos los resultados de los estudios no sé qué va a pasar… O si… No me va a quedar otra que hacer de tripa (nunca mejor dicho, ajaja!) a corazón, ponerme las pilas, y ver si me opero acá o si me mandan a Buenos Aires.

Si si, existe una gran posibilidad de que si acá no se animan los médicos, me manden a Buenos Aires. Lo que pasa es que al ser varios los especialistas que estarían involucrados en el tema, como algunos no quieren “juicios”, directamente dicen que NO, ergo, te mandan a otro lado.

Aparte que cuando me vean los cirujanos, directamente me van a mandar a Bs. As., ¡aja jajá! Y si, porque van a acordarse de mí, y de la cirugía de mi sobri-retoñito, así que no se van a arriesgar a que les digamos unas cuantas cositas…

Pero bueno, como dije, hasta que no tenga los resultados, no sé que va a suceder. No lavemos los platos sucios de mañana. (¿? Jajá! Así decía mi mamá para que no me preocupara al divino botón.)

Por ahora, comida de enfermo, control diario de la presión arterial, idas al hospital y ganas de hacer nada. Aparte que estoy media dolorida (me pone de muy mal humor el dolor), y encima que estoy saliendo prácticamente todos los días, ergo, me duele hasta el pelo…

Así que seguiré dolorida e  ingánica…

Aunque aviso que las gánicas de hacer algo me vienen cuando se trata de mi Retoñor, ¡obvio!

¡Y esto fue todo por hoy! Será hasta la próxima apertura del boliche… Chau, chau…