Ayer empezó mi sobri-retoñito la escuela. 4º grado.
Si hacen click en la imagen se ve un poquito más grande.
Verlo tan grande me dio ternurita… Y no, no lloró, la imagen es meramente ilustrativa. ¡Ajaja!
Cuando me enteré que iba a ser tía de mi sobri-retoñito, todavía estaba en el Hospital Fernández, así que fue una maravillosa noticia entre tanto dolor, médicos, cirugías, y adaptaciones a mi nueva vida.
Como dice la canción de Coca Cola, cada vez que nace un niño sale el sol, y cuando te enterás que está por venir, ¡también!
Y no, sorry, no saqué fotos, y si las hubiera sacado ya saben que my family es low-profile (bajo perfil) así que no creo que hubiera recibido autorización para hacerlo… No saben lo que tuve que hacer para publicar fotos en los posts de los cumpleaños y esas yerbas… ¡Ajajaja!
Y lo de media máquina, es porque mi Retoñor empieza el lunes 8 de Marzo, y ya me aclaró que ni piense en acompañarlo porque él ya es grande… ¡Jajajaa! ¡Grande! De estatura (casi 1,80 m), pero para mí seguirá siendo mi bebé. (Que no se entere, que me mata si sabe que le digo así!)
Y ayer, como soy la Presidenta de la Cooperadora Escolar de la escuela donde va mi sobri-retoñito (ex de mi Retoñor), tuve que hacer acto de presencia, porque este año hay elecciones y me queda un mes todavía de “mandato”. ¡Jajaja!
El asunto es que una de las cosas que me sucedió en el acto del inicio escolar es ver que los años pasan (llevo ya 8 años perteneciendo a la comunidad escolar, primero con mi hijo y sigo por mi sobrino), y los padres siguen sin ponerle onda cuando cantan el Himno Nacional o las marchas patrias. Obviamente que yo canté como loca mala, ¡aajaja!, y parece que los inspiré un poco y cantaron, pero igual no le pusieron mucha onda que digamos.
¿Será que me estoy poniendo vieja, che? Y si, cada vez me molestan más ese tipo de actitudes de no comprometerse o de no demostrar patriotismo, yo estoy orgullosa de ser argentina y cuando hay que cantar el Himno soy la que pelo la gola como loca mala! ¡Jaja! La gola se le dice a la voz en lunfardo, en una de sus acepciones.
Ok, mejor lo dejamos ahí, verdad? ¡Jeje! Si no, ¡no la termino más!
Y las mamis y retoños argentinos, ¿cómo empezaron las clases?
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