Una tiene la mala costumbre de cumplir años. No hay nada que se pueda hacer para evitarlo. Bah! Si, lo hay, pero mejor no me muero. (?)
¡Ajajaajaaa! 
Hace 44 años, en San Juan, Argentina, a las 11:15 am de un día invernal - pero cuenta la historia que corría un viento Zonda que hizo que la temperatura se elevara a casi 40 ºC 
- nacía sho, Eu, Yo! 
También dicen que el mismo día volvieron los astronautas que fueron a la luna. Ellos amerizaban, yo aterrizaba. 
Yo si creo que fueron a la luna. Any problem? ¿Algún problema?
Han pasado muchas cosas en estos primeros 44 años. Si, primeros. Es un tercio de la vida que tengo planeada vivir. Hasta los 132 años, seguro. (?) Así decía mi abuelo. Él quería vivir hasta los 120 años. No llegó ni a los 90 pero que trató, trató, ¡jajaja! 
No soy de hacer balances (?) ni a fin de año, así que no voy a empezar hoy , pero sólo diré que:
- estoy feliz de haber llegado hasta dónde llegué.
- me han pasado cosas lindas y feas, pero las lindas superan las feas por amplio margen.
- a los 26 años tuve el mejor regalo: nació el viento bajo mis alas. Ese fue, es y será el mejor regalo que tuve, tengo y tendré, no habrá otro que lo supere.
- casi que no llego a cumplir mis 30 años, pero ya ven, ni un accidente pudo evitar que siguiera en esta tierra.
- aprendí que a pesar de que te pase algo MUY terrible, si tenés una razón para vivir, hacés hasta lo imposible para vencer aún a la muerte. Mi razón se llama Damián, mi hijo el Retoñor.
- comprendí al fin lo que me decía mi mamá: “No digas no puedo, decí no quiero, porque querer es poder.”
- aprendí que la necesidad tiene cara de hereje, cosa que también me decía mi mamá.
- aprendí que de nada sirve llorar por los rincones y deprimirte por haber quedado en wheelchair/silla de ruedas, eso no soluciona nada. Lo que pasó pasó, hay que aprender a sobrevivir con eso.
- comprobé que lo que das, vuelve, lo bueno y lo malo.
- comprobé que si tenés Fe, todo es posible, aunque traten de hacerte cambiar de opinión.
- comprobé que aunque no entienda el porqué tuve el accidente, aprendí que hay un “para qué…”. Varios en realidad.
- comprobé que puedo cometer errores, que puedo arrepentirme y usar esos errores para saber que cosas NO tengo que volver a hacer.
- comprobé que existen los milagros.
- comprobé que hay gente que te aprecia y que llega a hacer cosas por vos sin siquiera conocerte personalmente.
- comprobé que hay gente con la cual nos conocemos en cierta etapa de la vida (en mi caso la adolescencia), que nos distanciamos por las cosas de la vida, pero que llegado el momento, están a tu lado para ayudarte en lo que necesités.
- aprendí a sonreír aunque me duela hasta el pelo, porque como puse antes, de nada sirve llorar, no soluciona nada. Ok, podés llorar un rato, pero después hay que secarse las lágrimas y seguir adelante, no te queda otra.
- comprobé que Dios aprieta pero no ahorca.
- comprobé que enamorarse duele, pero qué lindo que es…
- comprobé que digo una cosa y hago otra, como esto de no hacer balances y terminar haciendo uno. ¡Ajajaja!
Y puedo seguir enumerando todo lo que pude aprender, comprobar y vivir en estos 44 años… pero mejor dejémoslo ahí, ¡ajajaja!
Gracias por los mensajitos, fotos y buenos deseos que estoy recibiendo (y seguiré recibiendo después de publicar este post) en mi perfil de Facebook y en mi perfil de Twitter.
Y gracias por los comentarios que dejen acá, of course!
Como todos los años, comparto lo que me escribió en un post que me dedicó para uno de mis cumpleaños mi querida amiga bloguera Carlota que conocí cuando empecé con el blog, allá en el 2007 (que ya no bloguea más, es una lástima), y que resume lo que fue recibir mi mejor regalo hace 17 años, mi hijo.
Para Ivana, la mami, Feliz cumpleaños :)
Tenía vagos recuerdos de su estancia en el vientre que le gestó. Realmente su primer recuerdo consciente fue aquella mirada que se fundió con la suya, aquella sonrisa que inundó su pequeño corazón y expandió las comisuras de sus labios hasta dejar salir aquel sonido desconocido, como de cascabeles.
Luego una manos enormes se acercaron a su piel y la acariciaron. Sus minúsculos nervios reaccionaron instantáneamente ante esa sensación para él desconocida. Fue tal el cosquilleo que fue recorriendo zalamero su cuerpecito, que comenzó a mover agitado sus extremidades. La sonrisa de ella se repitió.
Sintió como era izado por aquellas manos hasta acercarlo a unas extrañas y cálidas protuberancias donde acomodó su cabecita. Aspiró el olor de ella como un animalito, para asegurarse de que siempre estaría con él. Jamás olvidaría esa fragancia, formaría parte de su vida.
Ella lo meció en sus brazos. El pequeño escuchaba los latidos de ella, y fue acomodando los suyos hasta conseguir el mismo ritmo, envuelto en aquella energía cuyo nombre ignoraba y cuya tibieza le iba cerrando los párpados. La boca de ella se abrió para susurrarle una hermosa melodía que le hablaba de cosas que todavía carecían de significado: una luna, una gaviota, una madre... Decidió que ella era esa palabra última: madre. Luego sus pequeños dedos se aferraron a su mano en un gesto ancestral. Ella decidió que estaba atrapada. Y no le importaba, se dijo sonriendo.
Ella le enseñó a volar, y juntos cada día surcaban cielos infinitos. Luego, un día, ocurrió algo. El viento cesó y su madre no podía iniciar su vuelo. El pequeño supo lo que tenía que hacer, se metió bajo las alas de ella y sopló. Un soplo en apariencia insignificante, pero dotado de una energía, esa energía que dicen mueve al mundo, esa energía cuyo nombre ahora conocía y que convirtió lo imposible en posible. Y fue el viento bajo sus alas.
Ella es Ivana, mi amiga argentina, y desde su blog Wheelchairrules se dedica cada día a soplar bajo nuestras alas, a insuflarnos un poquito de esa energía y demostrarnos que no hay barreras insuperables. En los links de la parte superior, donde la felicito, cuenta parte de su historia, os aconsejo que los leáis. Ella es un ejemplo de esperanza, ella es esperanza…
Awww… Siempre termino llorando. 
¡¡Gracias Carlota!!
Y esto me dejó Little Sister anoche en TuiRer.
¡¡¡Ajajajaaa!!!
Y si, ella me dice #YouTraitor (traidora) porque estoy queriendo reemplazar a mi Amorsis Hugh Laurie aka House con Benedict Cumberbatch aka Sherlock.
¡Ok, esto ha sido todo por hoy! Me voy a festejar mi cumple. Eso sí, austero el festejo porque sólo a mí se me ocurrió nacer un 24, cuando ya no hay plata ni para una vela. (?)
¡Juaaaasss! 
#HappyBirthday To Me!!!
¡Feliz cumpleaños para mí!
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