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dimanche 3 octobre 2010

“Mi día en la Corte”. (Y no Corte y Confección, ¡cuack!)

El viernes 1º de Octubre a las 11 hs tenía que ir a la audiencia por el robo que tuve el 8 de Diciembre del 2009.

6:50 me levanto, como todos los días, para preparar el desayuno a Retoñor. Entra 7:30 al colegio. Lo despido en la puerta, y ya el solcito que venía asomando pintaba para acompañar todo el día.

Buena señal sentir el sol de lleno en la cara a las 7:20 de la mañana.

Me baño, me acicalo (¿? Jajá), tomo unos mates con Little Sister y a eso de las 9:30 empiezo a arreglarme para ir a Tribunales. Isabel, mi mamá postiza (conoce a mi papá antes de que yo naciera, y nos volvimos a encontrar acá en el sur hace casi 30 años, ella con su familia y mi papá ya casado con mi mamá) venía a buscarme a las 10:30 para acompañarme.

Todo iba sobre ruedas (cuack, aja jajá!) hasta que llegamos a Tribunales.

Entramos por el costado de la escalinata (los que conocen Trelew saben que son como 1000 escalones – si, soy exagerada, jajá – ideal para hacer ejercicios) por donde están los ascensores.

Apenas cruzamos la puerta y vi los ascensores dije:

“Ahí no entro.”

Y la bruja de la Ivy’s tuvo razón. brujita

Ascensores de 2 x 2 donde un poco más, pretendieron que me sacara la pierna izquierda (que está en extensión y no se puede flexionar) para hacer que cerraran las puertas.

¿Y ahora? Epítetos de todos los colores e idiomas estuvieron a punto de salir de mi boca de dama, pero me limité a poner cara de ortodoncia (si, cara de ya saben qué, jajá), cacé el celular y llamé a la oficina judicial del 3º piso, donde supuestamente tendría la audiencia, para avisar que eran las 10:55 y yo estaba en planta baja sin poder entrar en los ascensores.

Vino una de seguridad pretendiendo hacerse la canchera y demostrar que ¿cómo no podía entrar en el ascensor?, y cuando vio mi cara, solo atinó a decir: Esteee, voy a ver que se puede hacer.

Baja el fiscal, me pregunta que cómo me hicieron venir, que no era necesario, y le dije que Yo quise venir para manifestar mi disconformidad con las sentencias, tanto del “menor”, como de la novia del “menor” (embarazada de 8 meses).

Ante mi explicación, dio media vuelta y subió al 3º piso a hablar con la jueza.

Al ratito baja y me dice que íbamos a buscar un lugar donde juntarnos con la jueza y la abogada defensora, y así tener la oportunidad de decir lo que pensaba.

(Abro paréntesis)

A pesar de que varios me habían dicho que era muy probable que no me dejaran decir nada, yo estaba DECIDIDA a decir lo que pensaba a toda costa. Por eso, mientras me terminaba de cambiar y el autor de mis días estaba por irse a trabajar, me asomo y les digo, a él y a mi Little Sister:

“Che, si me meten presa por desacato al tribunal, paguen la fianza, no me vayan  a dejar todo el finde en el calabozo, eh?”

crazy2

(Cierro el paréntesis)

 

Termina la jueza con un procedimiento que estaba haciendo, y baja con la abogada defensora y la secretaria con un grabadorcito digital para que quedara registrada la audiencia. El fiscal estaba con nosotras en la planta baja.

Para que tengamos privacidad (aunque si por mí hubiera sido, ni me molestaba hacerlo ahí, en planta baja, donde escuchaban todos, jeje) nos reunimos en una sala donde están los de seguridad, a la entrada, en diagonal a los ascensores.

Luego de ubicarnos empezamos la audiencia, donde el fiscal presentó el caso y dijo que yo había pedido expresamente estar en la audiencia para decir lo que pensaba en cuanto a lo que se había decidido y estaba por decidir en esa audiencia.

Me tomaron los datos y me dieron la palabra (¡craso error, ajaja!)

Respiré hondo, puse mi mejor onda zen y empecé a decir lo que tenía guardado. (Aunque con la rabia que tenía, no solo por lo del robo, sino por no haber podido entrar en el ascensor, más que onda zen, era onda samurai blandiendo la espada y cortando cabezas. Menos mal que no estaban los “acusados”, sino, la ira recaía sobre ellos, je…)

(El que avisa no traiciona, así que les anuncio que es muy largo! Je… Aparte van las ideas principales, o al menos es lo que intentaré escribir, ¡ajaja!)

  • Empecé diciendo que no estaba de acuerdo con la pena aplicada al “menor” (un año de tratamiento tutelar con seguimiento del Programa de Libertad Asistida), ni la famosa Probation que le iban a aplicar a la tipa que estaba, ahora, embarazada de 8 meses (ahora atenuante, porque ella sí tenía 18 años cuando cometió el robo y no estaba embarazada), es decir, 120 horas de trabajo comunitario; que nadie me garantizaba que se iban a cumplir esas dos cosas (tratamiento tutelar y Probation), a lo que me aseguraron que sí había maneras de garantizar que se cumplan, entonces yo dije que esperaba ser informada.
  • Que nadie me garantizaba que no iban a entrar a robar a mi casa otra vez.
  • Que nadie me garantizaba la seguridad necesaria para que, tanto mi hijo como mi sobrino, pudieran andar libremente por el barrio.
  • Que mi derecho a vivir tranquila fue violado.
  • Que a los “pobrecitos menores” había que respetarles sus “derechos”, pero NADIE tuvo en cuenta los derechos de los menores que había en MI CASA, mi hijo y mi sobrino, en el momento del robo.
  • Que no es una escusa que los “menores” vivan en condiciones “de riesgo" y menos que eso les de el “derecho” de entrar violentamente en MI CASA y robarse MIS COSAS, porque todos CAMINAN, son “instruidos” - según lo que consta en la causa - así que pueden salir y buscarse un trabajo para conseguir lo que quieren y no recurrir a ROBAR para conseguirlo.
  • Que a una semana de haber robado en mi casa, habían entrado a la casa de un vecino.
  • Que todos los vecinos habían tenido problemas con los “menores pobrecitos” y que la mayoría les tenían miedo, pero que yo iba a seguir adelante hasta las últimas consecuencias.
  • Les hice un croquis (o un proyecto de croquis que lo pueden ver en las imágenes junto a pedazos de la 1º audiencia – la del menor – que se hizo cuando salí del hospital y no estaba en condiciones anímicas ni físicas para asistir) para mostrarles donde vivían los “pobrecitos menores” y donde vivía yo, a escasos 50 metros; que los conocía desde el 2000, que habían ido a la escuela donde yo soy la Presidenta de la Cooperadora (y si, para que conste que estaré en silla de ruedas pero eso no significa que soy tonta, o sea!) y que conocía a toda su familia.
  • Que a los dos días de haberse producido el robo, andaban caminando muy orondos por el frente DE MI CASA como diciendo: “Ja, estamos acá afuera como si nada”.
  • Que andaban (y andan) pateando puertas, rompiendo vidrios, emborrachándose y saliendo a hacer desmanes por el barrio como si fueran los dueños de la calle (los “pobrecitos menores”).
  • Que a pesar de todo lo que habían hecho esa noche en mi casa, PARA MI, la pena que se aplicaba no era justa. Que si bien las leyes están para ser aplicadas de esa forma, dichas leyes fueron escritas cuando los menores actuaban como menores, y que en la actualidad, los “menores” no actúan de la misma manera que en aquel entonces.
  • Que los “menores delincuentes” tienen que aprender de una buena vez que sus actos traen consecuencias, y en este caso, deberían tener una pena que les hiciera ver que sus actos fueron MALOS, porque robar está mal y deben recibir un castigo por eso.
  • Que yo no voy a cambiar las leyes por decir lo que pienso, porque para eso están los abogados, los senadores y los diputados, pero por lo menos quiero que quede asentado que no estoy de acuerdo con ellas.
  • Es más, les dije que soy lo suficientemente inteligente para darme cuenta que las leyes ya están, que hay que acatarlas, que puedo adaptarme a eso, pero NO SIGNIFICA QUE ESTE DE ACUERDO CON LA PENA QUE SE APLICÓ EN ESTA OCASIÓN.
  • Que solo “aceptaba” por ser una buena ciudadana y porque soy consciente de que las cosas tienen que seguir el curso legal, pero quería que quedara constancia de mi disconformidad.
  • Solicité ser informada de todo lo que se hace y se deja de hacer con respecto a la Probation y al tratamiento tutelar ese, y que iba a estar atenta a lo que ocurra en mi barrio (porque les repetí que nadie garantizaba que no hicieran lo mismo, no solo a mí, si no a cualquiera de los vecinos) y que iba a llamar a la policía para averiguar si alguien presentaba alguna denuncia. Apenas dije eso, la jueza me miró y me dijo que hay “canales legales” para hacer ese seguimiento y que no tenía que molestarme en hacer ese “seguimiento”, que para eso estaba la fiscalía, y que tenía el derecho de que se me informara como iba la causa y de solicitar dichos informes.

(Abro paréntesis)

wheelchair_mafia_Creo que la jueza se imaginó que iba a salir en mi wheelchair a hacer justicia por mano propia tipo Charles Bronson en el “Vengador Anónimo”, aajajaja!

(Cierro paréntesis)

  • Aclaré que estuve 3 meses sin dormir, ni de día ni de noche porque el frente de mi casa quedó destruido, hasta que levanté paredones de más de tres metros, puse rejas en puertas y ventana, puse un enrejado en el techo del patio interno para evitar que se volvieran a meter en mi casa, porque conociéndolos y habiendo sufrido las atrocidades que sufrí cuando entraron a robar en mi casa y mis cosas (me tiró la bicicleta de mi hijo encima, una pedrada a la cabeza que esquivé y enfrentarlo a palazos mientras con medio cuerpo se quería meter en mi habitación), no me cabía la menor duda que NO LES IMPORTABA NADA DE NADA, ya que yo les gritaba, mientras apedreaban y pateaban puertas y ventanas, que estaba en silla de ruedas y que no tenía nada para robarme, PERO IGUAL ENTRARON e hicieron de las suyas.
  • Y para ir terminando les dije, otra vez, que acataba lo que se decidiera en la audiencia, pero QUE NO ESTABA DE ACUERDO, que me parecía una injusticia, que lo que me pasó esa noche no se lo deseo ni a mi peor enemigo y que sé que, aunque lo que dije no iba a cambiar las leyes, por lo menos iba a quedar asentado lo que pensaba y lo que sentía con respecto a lo que me pasó, a mí y a mi familia.
  • Cuando dije que no tenía nada más para decir (¡menos mal!, habrá pensado la jueza) me agradeció por haber estado en la audiencia y que en unos días me iban a informar por escrito todo lo que trató en la audiencia y la sentencia.

 

¿Llegaron hasta acá? ¡Muchas gracias! jijiji1 Creí que se habían cansado, je…

 

En fin, puedo decir que Veni, vidi, vici - vine, vi, vencí – Ajajajaa! Y si, yo dije que quería decir lo que pensaba en la audiencia y lo logré, porque como decía mi santa madre: Querer es poder.

El ascensor de Tribunales quiso impedirme mi victoria, pero no sabía con quién se metía, ¡ajaja!

Les dejo unas imágenes de mis notas vertidas en mi cita con la justicia (ah si, yo soy de las que escribo todo, jeje) y algunas capturas de la sentencia del “menor” delincuente. Va con nombre y apellido, todo, fueron encontrados culpables, así que, lo siento, si son tan vivos de entrar a robar a mi casa, pues que se sepa quienes son. hungrie

Si hacen click en la imagen se hace más grande (no mucho, tampoco es para hacer un wallpaper, aja jajá!)

 

nota audiencia1 nota audiencia2

audiencia.4 audiencia.5

 

 

Y así fue Gente, mi día en la Corte y no precisamente fue “Corte y Confección”, ¡ajaja!

 

 

¡Qué tengan un buen lunes!

 

 

¡Y buena semana!

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