"No se escuchaba como una persona en..... "

La semana anterior me pasaron dos cosas, que son casi iguales, pero sucedieron en diferentes situaciones....

Estoy haciendo unas refacciones en mi casa. Mi rampa, la pintura. Y como siempre, uno empieza con una pavadita ¡y se termina rompiendo todo! ¡aaajajjaa! Sesee, ¡es gracioso!

Una de las cosas que cambié fue la grifería de la cocina. Soy una "ENFERMA" - no es ninguna novedad, gente... Jeje! -  y no soporto el ruido de una gota cayendo en ningún lado, ¡¡¡menos en la noche!!! Así que llamo a la casa de materiales de la construcción y hablo con el vendedor.

Le explico lo de la grifería de la cocina, y le cuento que como no quiero que caiga una gota apreté tanto la canilla/grifo/whatever que la rompí así que, por favor, me vendiera una que me aguantara. Me pregunta que cómo puede ser que la haya roto, y le digo que como estoy en silla de ruedas, tengo más fuerza de lo debido en mis bracitos y manitos porque tengo que mover mi cuerpito de huesos grandes y bien revestidos.  Risas, bromas y todo un jolgorio entre el vendedor y yo, por 20'. Terminamos de hablar y le digo que al otro día my little sister va a ir a comprarme la grifería.

Cuando mi hermanita va a comprar, la atiende un vendedor y ella le explica que yo ya había llamado por la grifería. Resultó que era el mismo vendedor con el cual había hablado por teléfono. Mientras hablaban, una de las cosas que le comenta a mi hermana era que él no creyó mucho eso de que estaba en silla de ruedas, porque, cito lo que le dijo:

"Tu hermana no se escuchaba como una persona en silla de ruedas"

¿?¿?¿? ¿Y cómo se escucha una persona en silla de ruedas? Me pregunté yo mientras me hermana me contaba.

Y ella le dijo que yo era tal cual él me había escuchado por teléfono. Que cada uno se adapta a lo que le pasa de distinta manera, y que muchos en silla de ruedas no superan la situación por la que están pasando. Que yo era una persona "normal" pero que estaba sentada en una silla las 24 horas.

Así que el vendedor se quedó admirado porque yo "no me escuchaba como una persona en silla de ruedas"  ¿?¿?¿?¿

2º situación.

El viernes, mi PC volvió a fallar. Llamé a la casa donde la había comprado, les dije que: o me la cambiaban o me devolvían la plata. El gracioso del jefe de técnicos muy canchero me dice: "Bueno, te devolvemos la plata..." ¿Ah si? Dije yo para mis adentros - si gente habló para afuera y para adentro, aaajajjaa! - y le aclaré:

"No. Vení, buscala y arreglala."

Así que a las 10 de la mañana la vinieron a buscar y a última hora me traen un CPU nuevo. El que vino era el técnico de siempre - si, el pobre ya había venido 2 veces antes...- y mientras me la instalaba a la compu le digo:

- Ay, José, espero que esta sea la última vez que te molesto. - Yo siempre pensando en que el pobre viene cada vez que llamo...

- No se preocupe, esperemos que ya no tenga más inconvenientes... - me contesta.

- Si, el drama es que yo soy muy rompe paciencia. Algunos creen que porque estoy en silla de ruedas, soy media tontita y me quedo callada, pero no saben que soy "de terror"... -

- Si, ya nos dimos cuenta que no se queda callada y dice todo lo que pasa.-  me contestó el muy José.  ¡Cuack!, aaajajajja! Ya me conocen....

Así que de estas dos situaciones saqué en limpio esto:

Soy la misma Ivana Carina, ¡sólo que estoy sentada en my wheelchair!

 

Una de las cosas que me propuse al saber que por un largo tiempo iba a estar "encadenada" a mi wheelchair, fue lo siguiente:

Voy a tratar con todas mis fuerzas de que en ningún momento me tengan lástima. Voy a reírme, voy a hablar fuerte como siempre lo hice, voy a seguir siendo la misma Ivana Carina aunque me duela hasta el pelo, aunque me dé rabia no poder correr con mi no tan retoño, aunque tenga que depender de todo el mundo para lo que fuere, pero JAMÁS voy a dar lástima....

Ok, seguro que "algunos" me tendrán lástima.... Convengamos que tendré días en que me sentiré mal, días en que me dará rabia ser discriminada y excluida de lugares públicos que no están preparados para la silla de ruedas, días que me dará rabia que todos piensen y me miren diciendo que porque no me quedé en mi casa, pero JAMÁS voy a dar lástima. Y esperemos que no me agarren todos los días juntos... ¡Jajaja!

Yo sé quien soy, y lo que quiero de mi vida.  

Sé que no todos saben como sobreponerse a las vicisitudes de la vida, pero también sé que todos tenemos la capacidad de poder buscar lo que nos motive para seguir adelante.

Y si, ustedes ya saben el mío:

Mi no tan Retoño, el viento bajo mis alas.

El 31 de Diciembre de este año 2008 se cumplen 10 años del accidente. Tengo 39 años y estoy en silla de ruedas hace 9 (un año y dos meses estuve en una cama de hospital).

Podría estar llorando por los rincones, avergonzada por algunas de las secuelas del accidente, escondiéndome y quedándome encerrada en mi casa porque no puedo andar por la calle en mi silla de ruedas, ya que la sociedad no está preparada para incluirme, pero no. Salgo.

Me encanta que la gente me mire y yo le pueda decir:

"¿Te conozco? Porque en el accidente me golpeé la cabeza, y como me mirás tanto capaz que no me acuerdo de vos."

Hablo fuerte, me río, saludo a los que me siguen mirando, contesto a los niños que viene y me preguntan a viva voz:  "¿Qué te pasó en la pierna?" [Mi pierna izquierda está en extensión y mi pie parece un pie de bailarina, está en punta.] ¡Y los padres no saben dónde meterse! Jaja!

Hago valer mis derechos y trato de que se den cuenta de que sigo siendo UNA PERSONA, solo que estoy en silla de ruedas. De que no soy una "discapacitada", de que tengo mis capacidades limitadas, pero lo que no tengo limitada es la capacidad de hablar y decir las cosas como son.

Ah! Y otra cosa que me di cuenta:

¡Me encanta escribir lo que pienso en mi blog! Me encanta "sentarme" a la compu y "andar" sin necesidad de rampas.

Y siempre digo que una de las cosas que me impulsaron a escribir es poder expresar que cuando uno quiere, ¡puede!

Agradezco que se tomen el tiempo de pasar y leer lo que escribo, de comentar, de decirme lo que piensan, y hasta de disentir con lo que escribo.

Y sobre todo, ¡me encanta no escucharme como una persona que está en silla de ruedas!