Ya saben que la razón de mi vida, el viento bajo mis alas es mi no tan Retoño Damián....
Pero....., en casa hay otro retoñito, de 8 años y se llama Bruno. Es mi sobrino retoñito, hijo de my Little Sister.
Una de las cosas que tratamos de hacer con mi hermana es cuidar el vocabulario para inculcar a los retoñores el hecho de que se puede vivir sin decir malas palabras o malas expresiones.
Ya sé, es moneda corriente decir malas palabras, pero convengamos que no siempre fue así.
Aparte que si nos ponemos a pensar es bastante desagradable escuchar en boca de niños expresiones o adjetivos calificativos que menosprecian la condición humana. Faaaa... Que tul? Aajajajja!
En fin, es horrible que te digan b***do, pelo****, h de p, y otras palabras soeces y vulgares...
Y no me vengan que malas palabras son hambre, guerra, desnutrición, porque esas palabras son consecuencia de nuestros actos o de nuestros gobernantes o whatever!
¿Las cosas por su nombre? No necesariamente...
En fin, no voy a dar clases de educación porque considero que son grandecitos y saben lo que hacen y es su vida, pero en mi casa y en mi blog se trata de hablar de la mejor manera posible...
Y no me hagan enojar que les lavo la boca con jabón blanco y una esponja, eh? Jajajajaa! Típica frase de mi abuela....
Bueno, volvamos al meollo de la cuestión.
En mi casa tratamos de que las malas palabras no sean moneda corriente, no es fácil, pero se puede gente...
Así que hemos impuesto un canon: Por cada mala palabra que se diga, hay que pagar cierta y determinada cantidad de dinero, de acuerdo a la gravedad de la mala palabra.
Hay categorías: palabras "casi malas", palabras MALAS, feas expresiones e insultos a la capacidad de actuar de cada uno...
Mi hermana tiene una boquita de "lady" que cuando se enoja: agarrate Catalina!! Aparte que somos casi seres humanos, gente! jaaa!
Pero en casa tratamos de que, cuando perdemos los estribos, el vocabulario esté lleno de "sinónimos", que si nos ponemos a pensar es lo mismo, pero no suena tan mal! Aajajajja!
Así que nuestros retoñores saben que hay que cuidarse al hablar o reaccionar ante situaciones que nos provocan bronca....
En fin: ¡ES UNA LUCHA! Jajajaaa!
Pero mi sobrino es el que más se cuida, y por ende está pendiente de como hablamos... Y cuando escucha que alguno dice una mala palabra o mala expresión, salta: "Una mala palabra: son tantos pesos" Así que lleva la cuenta...
Y los otros días estábamos tomando mate con mi hermana, mirando la tele, viene y se acomoda entre las dos y nos dice:
"Ustedes no me están pagando las malas palabras"
¡¡¡Y yo me largué la carcajada!!! ¡Qué tipo!
Así que ahora, estamos juntando plata para el pintor y...
¡Para pagarle a sobrino retoñito las malas palabras!
Y ustedes: ¿¿Tienen algún método para evitar hablar como los "chochamu" de la cancha de "fulbo"??
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