El título de hoy es el nombre de una Zamba - canción (según mi viejo! ajajjajjaa!)
¿A qué viene?
A que ayer anduvimos con mi retoño haciendo un control de sus hermosos ojos castaños
Fuimos al Hospital
Y le revisaron esos ojitos haaarrmmooosssooooss!!
Y para eso le pusieron unas gotitas que dilatan las pupilas para que el oftalmólogo pueda revisar y cerciorarse que todo ande bien.
El asunto es que al cabo de 15' minutos me dice:
- "Ahora sé lo que siente Drácula cuando sale y mira la luz del sol..." -
Mi VIIIDDAAA!!! Me hizo reír tanto!!!!!!
Se portó como un Duque el tipo.
El martes tenemos que volver para terminar los controles...
El asunto es que mientras esperábamos, a varios les ponían esas gotas en los ojos y salían llorando del consultorio.... [aajajajjaaa!]
Cuando los llamaban (recuerden que tardan unos minutos en dilatarse las pupilas. Si!!! Alguna vez me lo hice che!, que tanto!! jejeje...) para realizar el control, al rato salían a los manotazos buscando a la persona que los acompañaba, se agarraban del brazo y caminaban despacito por el pasillo hacia la puerta.
Y me hizo pensar en que, cuando llegaron al consultorio, lo hicieron con paso firme y atropellando a todo el mundo.....
Pero cuando salieron, tuvieron que buscar ayuda y se podía ver el pánico de no ver ni por donde pisaban..... Y sobre todo, la desesperación con que se agarraban del brazo de la esposa, esposo, amigo, hijo/a y caminaban tambaleantes con una cara de no saber que hacer en ese momento de dependencia total de quien los guiaba por el pasillo....
El contraste de dos momentos....
Cuando llegaron.
Y cuando se fueron.
Entonces pensé: El don de la vista....
Poder ver a tu retoño correr, el cielo azul, una tormenta con relámpagos, una fiesta de juegos artificiales para Navidad, tu cara en el espejo, el camino que transitar....
Y muchas veces nos olvidamos de esas pequeñas cosas que hacen que en nuestra vida existan un sin fin de sensaciones que nos dan felicidad.....
Cada vez que miro a mi retoño, me doy cuenta lo bendecida que soy de poder verlo crecer, sentada, pero verlo crecer.....
Ayer, mientras salíamos del consultorio, se colocó detrás de mi wheelchair y en vez de llevarme a mí, lo llevé y lo guíe hacia la salida.
¡Qué sensación más hermosa!
Es una pavada dirán, pero para mi es saber que como madre tengo la responsabilidad de guiarlo y llevarlo por los caminos de esta vida, y que a pesar de todo... ¡¡¡Puedo hacerlo!!! Me hace la mujer mas feliz sobre la tierra....
Y ahora puedo experimentar lo que sintió mi mamá cuando me guío por esta vida, ya que gracias a su amor y sus enseñanzas, logré ser Ivana Carina, la madre del retoño más hermoso, que es mi vida.
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