Rosario vespertino
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- Amaos de corazón, no presionéis, os pido nuevamente, porque, así, alejaréis, todavía más a vuestros hermanos, que ya, una gran mayoría, muy alejados están de Mí. Tratadlos con respeto, con cariño, con paciencia, con amor y veréis el resultado.
- Daos, daos totalmente a Mi Obra, que es la salvación de todas las almas y esperad Mi regalo y veréis que no fallaré en que gozaréis de todo lo que Yo os he prometido que os daré.
- Yo no Me escondo para ninguna alma, como os dije, Me muestro en diferentes formas a lo largo de vuestra existencia y, es más, Vivo en vuestro corazón, a través de Mi Santo Espíritu, pero Me hacéis a un lado, Me rechazáis, no dejáis crecer amor en vuestro interior.
- Las almas buenas, seguras están de llegar a Mí, pero también son susceptibles a la tentación y nunca, nunca os debéis confiar en vosotras mismas.
- Yo olvido vuestro pasado cuando os arrepentís y, a través del Sacramento de la Confesión, queda limpia vuestra alma y vuelvo a veros, desde ése momento, hacia adelante.
Mensaje de Dios Padre a J. V.
Primer Misterio. Habla Dios Padre. Sobre: Amaos de corazón, no presionéis, os pido nuevamente, porque, así, alejaréis, todavía más a vuestros hermanos, que ya, una gran mayoría, muy alejados están de Mí. Tratadlos con respeto, con cariño, con paciencia, con amor y veréis el resultado. Hijitos Míos, el Cielo, Mi Reino, al que ustedes regresarán, es un Reino de Amor. ¿Cuánto amor estáis dando en la Tierra, para que se pueda decir que vosotros sois hijos de Dios y que podáis regresar al Reino del Amor, sin ningún problema?
Mis pequeños, os tenéis que ir preparando, haciendo méritos en la Tierra, entre vuestros hermanos. Para eso tenéis la Vida de Mi Hijo en las Sagradas Escrituras, porque Yo Le pedí que bajara a enseñaros cómo debierais amaros los unos a los otros. Vuestra misión, es como la de Mi Hijo, amor y salvación de almas.
Las Sagradas Escrituras, contienen el Conocimiento que todo cristiano debe seguir, es una riqueza Divina. En el Cielo se habla de esta riqueza Divina y, especialmente, de la Vida de Mi Hijo, Su Pasión, Muerte y Resurrección. ¿Cómo os estáis preparando, Mis pequeños, para poder dar ése paso para que lleguéis amando de corazón a vuestros hermanos?
El Amor lo debéis tener todos vosotros a flor de piel, os debéis amar los unos a los otros, como os amó Mi Hijo y, ¿cómo os amó Mi Hijo?, primeramente, respetándoos. ¿Respetáis vosotros a vuestros hermanos?, no importa la edad, al respetar la forma de ser, la forma de vestir, la forma de hablar, la forma de pensar, vosotros estáis actuando con amor. Ciertamente, si veis que su forma de pensar no es la correcta, con amor, también deberéis instruir.
Mi Hijo enseñó, no impuso y, así, vosotros deberéis actuar. Cuando buscáis imponer, generalmente, la gente reacciona en una forma contraria y, esto es, rechazando lo que estáis tratando de imponer, porque no hay amor, no hay respeto. Cuando vosotros aprendéis a respetar, es cuando podéis ayudar más a vuestros hermanos.
Vuestra obligación es cuidar de vuestros hermanos, en lo físico y en lo espiritual, y Yo hago el resto en su alma.
Cuando hay amor en una relación de amistad, de familia, de trato con cualquier otro de vuestros hermanos, ellos reaccionan positivamente, porque les respetáis y una persona que se siente respetada, que se le da su lugar, os lo agradece y se vuelve positiva pero, si imponéis y, además, utilizáis grosería en esa imposición, lejos de que tomen lo que vosotros estáis enseñando, lo rechazarán, porque, precisamente, viene de una persona que no respetó, que no amó.
Mis pequeños, vuestro lugar está en el Reino de los Cielos, pero para que no paséis un largo tiempo en el Purgatorio, purificándoos de vuestros pecados, aprended a amar entre los vuestros, empezad ya desde ahora. PedídMelo y Yo os ayudaré, tenéis mucho que aprender y, todavía más, qué dar, porque cuando se hace de corazón, gozáis, al dejar todo lo que Yo pongo en vuestro corazón, en el corazón de vuestros hermanos.
Amaos de corazón, no presionéis, os pido nuevamente, porque, así, alejaréis, todavía más a vuestros hermanos, que ya, una gran mayoría, muy alejados están de Mí. Tratadlos con respeto, con cariño, con paciencia, con amor y veréis el resultado.
Segundo Misterio. Habla Dios Padre. Sobre: Daos, daos totalmente a Mi Obra, que es la salvación de todas las almas y esperad Mi regalo y veréis que no fallaré en que gozaréis de todo lo que Yo os he prometido que os daré. Hijitos Míos, os he pedido tanto la oración profunda y os lo vuelvo a pedir. Los momentos que viviréis, no van a estar como están ahora, no viviréis con la paz con la que ahora vivís, no os podréis concentrar ni en vosotros mismos, si no es con Mi Ayuda.
Por eso, si empezáis desde ahora, a preparar ésa oración profunda, difícilmente os sacarán de ella, aún a pesar de que todo, a vuestro alrededor, esté hecho un caos.
Mis pequeños, son pocas las almas, sobre la Tierra, que realmente llevan una vida de oración y menos las que llevan una oración profunda, que están ligadas íntimamente a Mí, que Me conocen, que Me buscan, que tratan de dar lo mejor de ellas para, con ello, quitarMe tantos dolores que infringen, en Mi Corazón Divino, la gran mayoría de las almas que están misionando en el Universo entero.
Mis pequeños, ciertamente, os estoy diciendo cosas nuevas, estabais muy acostumbrados a que se os hablara solamente de vuestro entorno, de vuestra ciudad, de vuestro Mundo, pero, la realidad, es que el Universo entero será purificado y, por eso, vuestra oración tiene que ser más grande, más pura, más llena de Mí, para que llegue al Universo entero, Mis pequeños.
Todo tiene que ser renovado, porque, tal y como dicen las Escrituras, el Pecado Original afectó a toda la Creación y la Creación es el Universo entero y debéis vosotros orar en Fe, como os lo estoy pidiendo. Ciertamente, con esta Purificación, después de ella, cuando sea eliminado el mal, cuando sea encadenado satanás, infinidad de cosas, que en estos momentos están veladas ante vuestra mente, ante vuestros ojos, se develarán para que las conozcáis. como os lo estoy pidiendo. Ciertamente, con esta Purificación, después de ella, cuando sea eliminado el mal, cuando sea encadenado satanás, infinidad de cosas, que en estos momentos están veladas ante vuestra mente, ante vuestros ojos, se develarán para que las conozcáis.
Ciertamente, intuís muchas cosas que existen, y hay algunos hermanos vuestros, a los que les he permitido conocer un poco más que a la gran mayoría y que os van contando sobre ellas, pero dudáis, porque os falta Fe y porque, también, veis estas cosas extraordinariamente grandes, como para que las podáis comprender con vuestra mente deficiente, por el Pecado Original, como ahora la tenéis.
Os estoy empezando a dar Conocimiento diferente, para que vosotros, vayáis gozando ya, desde ahora, de estas maravillas, que os estoy preparando, para que vosotros gocéis.
Los santos, aún en vida, a los que les he permitido conocer un poco del Cielo, han quedado estupefactos ante Mi Magnificencia. Vosotros, al conocer ésos relatos, deberéis actuar en Fe, aceptarlos y gozarlos, como éstos hermanos vuestros, que sí los pudieron ver, los gozaron, hablaron de ellos y esperan y esperaron con ansia el último suspiro de esta vida, para entrar a ésa Verdadera Vida, que os tengo reservada para todos vosotros, si cumplís con lo que os pido y, ciertamente, que no es tanto; lo único que quiero es que vosotros os améis los unos a los otros, como Mi Hijo os enseñó. Es tan simple, pero vosotros lo hacéis tan complicado, porque vuestro corazón no está Conmigo, vuestro corazón está en el Mundo, vuestro corazón está con satanás.
Mi Promesa, ahí está, de vosotros depende que ésta se cumpla en vuestra vida, actual y futura. Vosotros debéis dar vuestro “sí”, vosotros deberéis luchar para obtener éste regalo tan grande. Os amo tanto, Mis pequeños, que os quiero consentir infinitamente. No Me limitéis, dudando de Mis Magnificencias, ciertamente que no tenéis una Fe madura, pero no porque no la tengáis, dudéis de lo que se os dice, al dudar, limitáis Mi Obra sobre vosotros.
Daos, daos totalmente a Mi Obra, que es la salvación de todas las almas y esperad Mi regalo y veréis que no fallaré en que gozaréis de todo lo que Yo os he prometido que os daré, confiad y dejaos mover por Mi Gracia. Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio. Habla Dios Padre. Sobre: Yo no Me escondo para ninguna alma, como os dije, Me muestro en diferentes formas a lo largo de vuestra existencia y, es más, Vivo en vuestro corazón, a través de Mi Santo Espíritu, pero Me hacéis a un lado, Me rechazáis, no dejáis crecer amor en vuestro interior. Hijitos Míos, la ignorancia, no siempre es una casualidad o un defecto causado por vuestros mayores en vuestra persona, la ignorancia también puede ser un pecado, cuando vosotros no buscáis la Verdad, la Verdad Soy Yo.
A lo largo de vuestra existencia, si no tuvisteis contacto Conmigo, porque vuestros padres no os dieron este Alimento Divino, que es enseñar a los hijos a amarMe, respetarMe y cumplir los Mandamientos que Yo os pido, ciertamente a lo largo de vuestra existencia, os pongo infinidad de situaciones, en las cuales, vosotros entraréis en contacto Conmigo y partir de ahí, vuestra alma, es la que debe empezar a buscarMe, sabiendo que Soy Alimento necesario para vuestra alma.
Cuando un alma Me encuentra, queda tocada por Mi Amor y ahí es donde la misma persona acepta o rechaza, por eso, os digo, que puede ser una falta grave el rechazarMe y mantenerse en la ignorancia, no buscar el Conocimiento, no buscar la Verdad, para no tener obligaciones.
¡Cuántas almas se condenan por estar en ésa situación! Se mantienen a lo largo de su vida sin un crecimiento espiritual y, ciertamente, no haciendo el bien, porque han preferido el mal que se enseña en el Mundo, porque eso sí les conviene, para llenarse de bienes, no importando a qué costo, a veces, robando, asesinando, causando mucho dolor aquí y allá, con tal de obtener lo que ellos quieren. Estas almas, ciertamente, se condenan porque tuvieron la oportunidad, les di, muchas veces la oportunidad de seguirMe, entraron en contacto Conmigo de alguna forma que Yo permití en su vida y no la quisieron tomar.
Judas, se pudo haber salvado, pero nunca quiso aceptarMe, Me rechazaba, cometió el Deicidio y no se arrepintió, tuvo posibilidad de arrepentimiento y no lo quiso tomar. Yo no Soy el que condena, es vuestra irresponsabilidad la que os condena, son vuestros desvíos los que os condenan, Yo no Me escondo para ninguna alma, como os dije, Me muestro en diferentes formas a lo largo de vuestra existencia y, es más, Vivo en vuestro corazón, a través de Mi Santo Espíritu, pero Me hacéis a un lado, Me rechazáis, no dejáis crecer amor en vuestro interior.
Aunque no Me conozcáis, aunque no Me sigáis en lo personal, pero si dejáis crecer amor en vuestro corazón, ciertamente, que os salvaréis, porque nadie puede dar amor, si no es a través Mío y un alma, aunque no siga lo que se os enseñó en el Antiguo Testamento o en el Nuevo Testamento, si se deja guiar por Mi Amor, estará viviendo Conmigo y, ciertamente, se salvará.
El Amor solamente puede venir de Mí y el Reino, vuestro hogar, es para las almas que aman. Ciertamente a estas almas que no Me conocen, Me les he de presentar antes de que mueran a ésta Tierra, Me conocerán y aceptarán Mi Amor y eso, las salvará. Yo no Soy injusto, Mis pequeños, todas las almas tienen la misma posibilidad de salvación. Venid a Mí, dejadMe vivir en vuestro interior, haced crecer Mi Amor en vuestro interior y éste, se da cuando vosotros dais amor, el amor crece mientras más lo dais.
Así pues, preparaos y preparad a todos los que podáis, a entrar al Reino del Amor, produciendo ya, desde este Mundo, amor. Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio. Habla Dios Padre. Sobre: Las almas buenas, seguras están de llegar a Mí, pero también son susceptibles a la tentación y nunca, nunca os debéis confiar en vosotras mismas. Hijitos Míos, cuando vosotros sois invitados a una fiesta muy especial, procuráis ir vestidos, arreglados de la mejor forma, tratáis de dar una muy buena apariencia de vuestra persona, porque vais a presentaros ante alguien especial. Si así lo hacéis en la Tierra, hacedlo también ante Mí, porque estos son tiempos de preparación a la Gran Fiesta para muchas, muchas almas, que serán tomadas de la Tierra, que se presentarán ante Mí, para su Juicio.
Ved, Mis pequeños, cómo os amo, os voy hablando del futuro cercano, prácticamente, inmediato, que tendréis y os ayudo a que vosotros os preparéis a que os presentéis de la mejor forma, espiritualmente hablando, ante Mí.
Si vuestra vida está cargada en pecados, en maldad y no ponéis de vuestra parte, para que ése mal sea perdonado, ciertamente, os rechazaré y vuestra condenación está asegurada. Si vosotros, viviendo en pecado grave, atendéis a éstas Palabras que os doy, vuestro corazón se mueve al arrepentimiento y empezáis una nueva vida, estad seguros de que os salvaréis y vuestra entrada al Reino de los Cielos, segura estará.
Si habéis tratado de vivir en el Bien, también os debo prevenir, porque satanás, os atacará hasta los últimos momentos de vuestra existencia, con tal de evitar que vosotros logréis llegar ante Mí, con vuestro corazón limpio, puro, ganándose, por vuestros méritos de toda una vida, el Reino de los Cielos.
Con esto os quiero decir, Mis pequeños, que a todos vosotros os amo, quiero vuestra presencia eterna Conmigo, en el Reino de los Cielos, pero todo depende de vuestra respuesta. Tanto, tanto se os ha avisado a través de los siglos y las almas no responden y, cuando tratan de hacerlo, es demasiado tarde.
Mi Corazón se alegra con todas ésas almas que responden, que dejan su mala vida y regresan a Mí, o las que han estado Conmigo y tratan de hacer todavía mejores sus actos, sus deseos de estar Conmigo eternamente, tratan de alegrarMe por lo que otros no hacen. Las almas buenas, seguras están de llegar a Mí, pero también son susceptibles a la tentación y nunca, nunca os debéis confiar en vosotras mismas, sois almas pequeñas, débiles, que si os apartáis por un momento de Mi Gracia, fácilmente os atacará satanás y, ¿cuál puede ser ése momento en que podáis caer?, la soberbia, Mis pequeños, la soberbia.
Os he dicho que sin Mí, no sois nada, que si os sentís buenos porque habéis llevado una vida supuestamente recta, en los últimos momentos de vuestra existencia, os puede hacer caer satanás en soberbia y hasta podríais perder el Reino de los Cielos.
En ningún momento os debéis separar de Mí, ciertamente, habéis puesto de vosotros mismos para buscar ser buenos, habéis luchado y, a pesar de los ataques de satanás, habéis tratado de manteneros bajo Mis Leyes, aunque en ciertos momentos habréis sido débiles y habréis escogido la tentación, y gracias a los Sacramentos, regresáis a Mí. Eso es lo normal, Mis pequeños y satanás os conoce bien, pero estoy hablando de los últimos momentos de vuestra existencia, donde podéis fallarMe, que os podáis sentir seguros en vosotros mismos y podáis fallar por soberbia, cuidaos, cuidaos, Mis pequeños, porque podréis hacer Mi Gracia a un lado y caer,como el mismo satanás cayó en un momento, una mala decisión, se prefirió a sí mismo y Me hizo a un lado, la soberbia lo destruyó.
Manteneos siempre sencillos, necesitados de Mí y nunca confiados de vosotros mismos, ése es el peor pecado con el que podréis morir eternamente si os dejáis mover por él. Sois débiles, recordadlo, sin Mí, no sois nada. Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio. Habla Dios Padre. Sobre: Yo olvido vuestro pasado cuando os arrepentís y, a través del Sacramento de la Confesión, queda limpia vuestra alma y vuelvo a veros, desde ése momento, hacia adelante. Hijitos Míos, vuestra vida es un camino pero, ¿cómo ha sido vuestro camino?, ¿recto todo el tiempo o ha habido zonas de zig-zag?, ¿momentos en los que entrasteis en otros caminos, en donde no teníais posibilidad de seguir, caminos cerrados y os tuvisteis que regresar al camino principal?
Vuestro camino, ciertamente, también fue lleno de distracciones, tentaciones, ¿os detuvisteis en ellas a lo largo de vuestro caminar o las hicisteis a un lado? Tuvisteis éxitos, ¿los compartisteis Conmigo u os quedasteis con ése éxito, ésa alegría para vosotros mismos? Cosas bellas, cosas difíciles tuvisteis o estáis teniendo.
A lo largo de vuestra existencia, cada uno de vosotros conocéis vuestro caminar. Ciertamente, hay cosas que ya se os olvidaron, pero Yo las recuerdo todas y las veréis cuando os presentéis ante Mí. Ciertamente, no voy a juzgar vuestro pasado, porque os he dado la Gracia del arrepentimiento y os he dicho en las Escrituras que Yo olvido vuestro pasado cuando os arrepentís y, a través del Sacramento de la Confesión, queda limpia vuestra alma y vuelvo a veros, desde ése momento, hacia adelante. Ese es vuestro renacer y, así, vais renaciendo, muchas veces, a lo largo de vuestra existencia, ésa es Mi Misericordia Infinita, sobre cada uno de vosotros, Me voy olvidando de vuestros pecados cuando acudís al Sacramento del Perdón. Vuestra vida pasada os sirve a vosotros, para que aprendáis las lecciones, sí, de ésos momentos en que dañasteis Mi Corazón y que en el momento del Sacramento, prometisteis no volver a dañarMe, al menos, en ése pecado grave que cometisteis o de otros pecados no tan graves, que también dañan Mi Corazón.
Un alma recién perdonada de sus pecados, por el Sacramento que os dio Mi Hijo, es un alma nueva, es un alma bella, es un alma con un potencial muy grande para hacerMe feliz y pueda salvarse. Yo olvido los pecados pasados, como os dije, y a lo largo de vuestra existencia, aunque caigáis, os podéis levantar y os doy muchas, muchas oportunidades de arrepentimiento, porque sois débiles, porque sé que satanás es demasiado fuerte para vosotros, especialmente cuando no estáis Conmigo. Las almas que se alimentan de Mí, las almas que oran Conmigo, las almas que se sueltan a Mi Voluntad, será más difícil que satanás las haga caer, porque Mi Presencia está en ellas. Eso es lo que busco en cada uno de vosotros, Mi Presencia Viva, mientras estáis cumpliendo vuestra misión.
Si habéis tenido un caminar errático a lo largo de vuestra existencia, id ante el Sacramento del Perdón y pedidMe que, de ahí en adelante, vuestro caminar sea recto y que os vayáis llenando, con Mi ayuda, de Gracias, dones, Bendiciones, para poderlas dar a vuestros hermanos y así, vayáis alcanzando santidad de vida, que es la que os abrirá las Puertas, de par en par en el Reino de los Cielos.
No os imagináis, Mis pequeños, cómo se goza en el Cielo, cuando llega un alma así, cuando las Puertas se abren de par en par, para dejar entrar a una alma santa. Podéis lograrlo, Mis pequeños, si Me dejáis Vivir a Mí, en vosotros. Gracias, Mis pequeños.
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