VALE LA PENA...
Hay momentos que sentimos que todo esta mal, que nuestras
vidas se hunden en un abismo tan profundo, que no se
alcanza a ver ni un pequeño resquicio por el que pase la luz.
En esos momentos debemos de tomar todo nuestro amor,
nuestra fuerza y luchar por salir adelante.
Muchas veces nos hemos preguntado si vale la pena
levantarnos de nuevo, y solo puedo contestar una cosa:
“Hagamos que nuestra vida valga la pena”.
Vale la pena sufrir, porque he aprendido a amar con todo el
corazón.
Vale la pena estar en la oscuridad y caer hasta lo mas
profundo, porque ya no puedo ir más hacia abajo,
vea la luz.
Vale la pena entregar todo, porque cada sonrisa y
lágrima son sinceras.
Vale la pena agachar la cabeza y bajar las manos,
porque al levantarlas seré más fuerte de corazón.
Vale la pena una lágrima, porque es el filtro de mis
sentimientos.
A través de ella me reconozco frágil y me muestro tal
cual soy.
Vale la pena cometer errores,
porque me da mayor experiencia y objetividad.
Vale la pena volver a levantar la cabeza,
porque una sola mirada puede llenar ese espacio vacío.
Vale la pena volver a sonreír, porque eso demuestra que
he aprendido algo más.
Vale la pena acordarme de todas las cosas malas que me
han pasado, porque ellas forjaron lo que soy el día de
hoy.
Vale la pena voltear hacia atrás, así se que he dejado
huella en los demás.
Vale la pena vivir, porque cada minuto que pasa es una
oportunidad de volver a empezar.
Todo esto son solo palabras, letras entrelazadas con el
único fin de dar una idea.
Lo demás, depende de cada uno de nosotros.
Dejemos que nuestras acciones hablen por nosotros.
Hagamos que nuestra vida valga la pena.
Cada mañana cuando me despierto digo gracias, Señor,
por este día, su sangre solamente expía el pecado,
Brazos amorosos de Dios me envuelve en! ¿No se
venden cinco pajarillos por dos blancas? Pues ni uno de
ellos está olvidado delante de Dios?
Pero hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados.
No temáis, pues os halláis
de más valor que muchos gorriones.
Lucas 12:6-7
Aprenderás que no importa en cuantos pedazos tu corazón se partió, el mundo no se detiene para que lo arregles… Aprenderás que el tiempo no es algo que pueda volver hacia atrás, por lo tanto, debes cultivar tu propio jardín y decorar tu alma, en vez de esperar que alguien te traiga flores. Entonces y solo entonces sabrás realmente lo que puedes soportar; que eres fuerte y que podrás ir mucho mas lejos de lo que pensabas cuando creías que no se podía más.