Every story has an ending | Toda historia tiene un final. [#House]

Los que me conocen desde que empecé con el blog, allá por septiembre de 2007, saben que a parte de amar con toda mi alma a mi hijo el Retoñor, el viento bajo mis alas, yo amo a #House.

Si, amo a House que es un personaje de ficción, ¿y qué?

House es interpretado por el excelente actor británico Hugh Laurie. Y si, el que ha visto la serie puede decir que ni se le nota que es británico, así que hay que saber ocultar el “british english”.  

[H]OUSE M.D empezó en el 2004 y anoche transmitieron el último episodio de la serie que terminó después haber estado al aire durante 8 años.

No, no les voy a contar el final, véanlo.

Solo les puedo decir que yo he llorado desde que empezó el episodio hasta que terminó. Y confieso que hubo partes en las cuales lloré mal, ¡ajajaja!  

Pero no saquen conclusiones apresuradas… O si . Igual si leen las noticias (en inglés la mayoría) seguro se enteraran de como terminó House.

Así que no me avergüenza decir que amo al doctor Gregory House.

Y si creen que estoy loca, tiene razón.

Como dice el post-it que está a su derecha y en la sidebar – que dicho sea de paso ese “post-it” con la frase lo hice yo, lo digo porque la he visto en otros blogs – :

Estoy completamente loca… pero soy inofensiva! Jaja!

En fin, sigo.

La serie como les dije empezó en el 2004 y les cuento porqué me “enganché mal” con House.

Yo tuve el accidente que me dejó en wheelchair/silla de ruedas en diciembre del ‘98 y me la pasé internada en el Hospital Fernández durante varios años. Si bien me tomaba un descanso entre año y año, sé exactamente lo que es estar rodeada de médicos sabelotodo y residentes que tienen que soportar a esos “sabelotodo”. Volví a casa definitivamente a finales del 2002 así que cuando empecé a ver House pude “comprobar” que ciertas situaciones vividas en el Fernández cuando los médicos estaban en mi habitación me resultaban muy “familiares” a las que mostraban en la tele. Siempre hay un Gregory House – o varios - por todos lados.

Al principio no tenía “registrado” a [H]OUSE porque no tenía televisión por cable, así que la empecé a ver bien en la 2º temporada, y NUNCA me perdí un episodio. Al principio me quedaba hasta la madrugada esperando que repitieran el capítulo en la tele hasta que tuve Internet en casa (2006) y aprendí como bajar la serie mediante un programa que se llama Utorrent, así que buscaba los archivos torrents (shshshhh, no digan nada, ajaja! ), esperaba SIGLOS hasta que bajaran porque mi conexión era un desastre pero al final disfrutaba viéndola en la computadora.

Me enamoré del personaje desde la 1º vez que lo vi. Es más, viéndolo en algunas situaciones hasta puedo decir que tuve mi propio Doctor House en el Fernández. Y noup, no voy a decir quién es porque tuve MUCHOS doctores y no quiero que nadie se sienta mal. (?) ¡Ajajaa!  (Recuerden, estuve casi 3 meses en Terapia y casi 3 años en el servicio de Traumatología y Ortopedia en el Fernández así que imagínense MUCHOS doctores).

Yo lo llamaba a House el chinchudo y sarcástico Dr. House. Los que lo “conocen” me entienden.

No soy de entusiasmarme y “enamorarme” de una serie, pero House logró que quitara horas de sueño para verlo, que llegara a hablarle a la pantalla de la compu como si él me pudiera escuchar y aún sabiendo que era un programa de televisión, quise que hubiera habido un Gregory House el día que tuve el accidente y que hubiera sabido exactamente que hacer para evitar algunas secuelas que me quedaron. No evitar que quedara en una silla de ruedas, tampoco la pavada , sino que evitara otras cosas que sé que se podrían haber solucionado si algunos médicos que me trataron al principio hubieran visto “más allá” de lo que tenían en frente (una paciente casi muerta, lo sé lo sé, pero “casi” era la clave)  y hubieran confiado en los conocimientos de medicina que poseían (porque algunos eran, son, médicos brillantes) y hubieran tenido más fe en mí de paso.

Suena tonto, pero es así.

Pero bueno, ya está. Acá estoy, viva, en una silla de ruedas y disfrutando de la vida a pesar de todo.

Y volviendo a House y a que Every story has an ending | Toda historia tiene un final, solo puedo decir que si, que toda historia tiene un final (no, no se los voy a contar ), que extrañaré mis madrugadas y mis mañanas viendo a House, y que aunque busque reemplazarlo no hay uno que le llegue a los talones. Bah, hay…, ¡pero NO! ¡Basta!

Aparte, si algo aprendí de esta situación “serial” es que NUNCA más me voy a enamorar de un personaje de una serie de televisión, no, nunca (?), porque después de haber llorado como una magdalena con este final de temporada, de ahora en más si me leen demasiado “efusiva” cuando cuento de algún “papurri” o de alguna serie, háganme acordar esta mañana del 22 de mayo de 2012 en la que vi el final de House y solo pongan en los comentarios:

Acordate de como lloraste con el final de la serie de House.

Y entenderé el mensaje. Se los prometo.

Bueno, para terminar les dejo el video de la promo del final de temporada que acá en Argentina lo pasaran en estas semanas seguramente. Y no, como no la veo en la tele ni idea cuando, sorry. Pero averiguo y seguro que en mi blog “Dr. House Rules!” publico cuando pasaran el último episodio por estos lares argentinos.

Enjoy!