Un consejo

La tristeza del alma, tan solo es una brecha entre tu mundo interior y la realidad subyugada a tu pensamiento. Cuando enamorado estas y ni tan si quiera te atreves a pronunciar una palabra, tu corazón se humedece, palpita como un coche de carreras, desliza y cae por ese precipicio que has abierto entre el deber y el querer.

Son dos mundos paralelos, próximos al tiempo que distantes...y no son realidades independientes, pues mente y cuerpo, son parte de uno mismo, se entrelazan creando efímeras pantallas de humo, que deseamos que no desaparezcan al mínimo soplo de viento. Pero lo cruel y fascinante de esa tristeza del alma, es que un día nos puede hacer tocar con los dedos el mismo cielo y tener los pies clavados en el mismo infierno.

Ambas experiencias contradictorias formar parte de ese todo...Pero lo que no sabemos es que el arte estúpido del querer, es creado por la mente enfermiza del ser humano, tan solo preocupado del hedonismo emocional. Ser insaciable de placer, que tiene como objetivo la búsqueda interminable de admiración y plenitud en lo profundo del corazón de amante, para después lanzarlo desde lo más alto jamas pensado y hacer añicos todos sus sueños y deseos, y finalmente se regodeará, en su vanal pero cierto triunfo, para seguir con el circulo vicioso de romances y rencores.

La brecha entre la tristeza del alma y el arte estúpido del querer no es tan difusa como mucho desean creer para hacer del amor un experiencia placentera.

PD: Cuando leas estas palabras, tu mente y tu corazón no serán más que uno,entonces entenderás por completo lo que estoy escribiendo, desde dos mundos no tan diferentes.